Dejando a un lado los diversos concursos menores como el partido de famosos (donde la dieron el MVP a ese canijo cantante de adolescentes Justin Bieber), o los concursos de tiros (ganados por el equipo de Atlanta) o incluso el concurso de habilidad que ganó Curry; los concursos estrella fueron el de triples y mates. En el primero un sorprendente James Jones ganó a los Celtics Pierce, ganador del año pasado, y Allen (gran favorito).
Pero donde me llevé peor impresión y decepción fue en el de mates. Ya, ya... ya sé que todo el mundo dice que fue el mejor de hace muchos años, pero es que los últimos concursos dejaron mucho que desear aun con el duelo Robinson, Howard, que ya se forzó por el bien del espectáculo en anteriores ediciones (las dos últimas). Pero que Grifin, gran favorito, llegara a la final después de ver los mates de los cuatro participantes fue un poco... como decirlo... extraño. A mi entender no debió pasar a la final y superó por un milagroso punto a DeRozan que sí merecía estar en ella. Pero ya en la finalísima McGee fue mejor. Ya sé que Grifin saltó por encima de un coche, que el último mate de McGee fue un poco chufa, pero que se vote por internet para dar el ganador del concurso es un método totalmente injusto e ilógico. Todos sabemos que como aficionados votaremos, no al mejor mate, sino al que esté en un equipo que nos cae bien o al jugador simpaticón o que, simplemente, nos guste y eso no debería ser así. ¿Qué será lo próximo que veamos con este método el cantante de Eurovisión?... Un momento, me dicen que por eso fue Chiquilicuatre... Así nos va.
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