Poco a poco la NBA se va llenando de jugadores de todas las nacionalidades, el viejo miedo americano a todo lo que no huela a ellos ha dejado paso al reconocimiento de que en el resto del mundo ta,bién se puede hacer un gran trabajo desde la base con los jugadores de baloncesto. Europa y América nutren con sus mejores jugadores la liga norteamericana y hacen que cada vez sean más los jugadores hispanos que hacen de su pasión un gran aventura.
Cuatro argentinos, cuatro brasileños (si hablamos de iberoamericanos), dos dominicanos, un mexicanos, 2 puertorriqueños, cuatro españoles y un venezolano hacen de la mejor liga mundial un lugar en el que se habla español.
Desde los clásicos como Eduardo Nájera (10 temporadas), Pau Gasol (9), Ginobili (8), el brasileño Nené (8) o el boricua Arroyo (8), hasta los rookies como Splitter y Vásques, aseguran una continuidad en el panorama baloncestístico norteamericano de los jugadores provenientes de nuestras fronteras.
Aunque algunos sean más conocidos, para el gran público, que otros, todos juntos auguran grandes momentos en el baloncesto, donde jugadores como Ginobili marca el ritmo en San Antonio, la eficacia de Marc Gasol en los tableros de Memphis o los puntos de Barbosa en Toronto.
Sin duda alguna la pasión y la emoción que transmiten estos jugadores conectan con sus seguidores y logran traspasar a sus compañeros esa forma de ser de los hispanos.
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